Aborrece la luz.
Acecha bajo la arena donde la oscuridad reinante y el frío inmutable le ofrecen
refugio. Aguarda impasible evitando el contacto directo. Sus presas, con
frecuencia heridas, deambulan desorientadas por los desiertos farragosos que él
domina. Cazador solitario, urde concienzudo su emboscada hasta clavar, perverso,
su aguijón mortífero.
!Perfecto!
ResponderEliminarHas logrado un buena definición.
Bicos a esgalla.
Muchas gracias, guapetona.
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