16 septiembre 2016

Frío encuentro

Tras un tercer timbrazo sin respuesta, utilizo las llaves para emergencias. El apartamento está impecable. Extraño. «Estoy en el arcón», se puede leer escrito en el espejo del dormitorio. Un presentimiento siniestro eriza mi nuca. Gríseos cabellos enmarcan una oreja congelada. Súbitamente, a mi espalda, un cerrojo se desliza despacio.


04 septiembre 2016

En la gloria

Las contraventanas están cerradas y la casa en penumbra. No sé cuánto tiempo habré pasado al cuidado de Reme, la hija de Pascual, el boticario. Sé que me sentí indispuesta e insistió en llevarme a su casa. No recuerdo, pero debieron traerme de vuelta anoche, de lo contrario habrían dejado todo abierto como a mí me gusta tenerlo, con las ventanas de par en par para que se solee y airee la casa. Tampoco está fuera mi silla de enea. Me acomodaré en la bancada de piedra.

No sé qué clase de brebaje me habrá preparado Pascual, pero no siento un solo dolor, desde zagala no me encontraba tan bien. Me siento en la gloria. Ni siquiera me molesta la maldita artrosis que lleva torturándome más de cuarenta años.

Se acerca gente. ¡Ay, Señor, alguna desgracia ha ocurrido! Reme, Pascual, y prácticamente el pueblo entero, pasan cabizbajos por delante sin prestarme atención. Quiero preguntarles quién ocupa el féretro pero, viendo sus caras desencajadas, me contengo. En silencio me uno al cortejo y emprendo junto a ellos el camino hasta el cementerio.

—¡Qué triste verlo todo tan cerrado!
—Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos —se lamenta Reme entre sollozos.




02 septiembre 2016

Escorpión

Aborrece la luz. Acecha bajo la arena donde la oscuridad reinante y el frío inmutable le ofrecen refugio. Aguarda impasible evitando el contacto directo. Sus presas, con frecuencia heridas, deambulan desorientadas por los desiertos farragosos que él domina. Cazador solitario, urde concienzudo su emboscada hasta clavar, perverso, su aguijón mortífero.