Las seis. Puntual, llega el primer autobús de la mañana. Pica
el billete y regala al conductor su última sonrisa. Se desploma sobre el
asiento. Siente que la observan y abotona su blusa. Ya en casa, bajo el cobijo
de las sábanas, sueña que es una mujer como las demás.
Intenso y preciso, lo cuentas todo en pocas palabras. Muy bueno. Bicos.
ResponderEliminarGracias, Maitechu. Muchos bicos.
EliminarMe gustó mucho, Matrioska. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Olga. :) Besitos.
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