02 febrero 2016

El columpio

Dani está triste. Desde que se cayó, nadie quiere jugar con él en el parque. Todos miran pero nadie se acerca.
Agarrando fuertemente las pequeñas manitas de sus hijos, las madres contemplan, atónitas, cómo el asiento vacío del columpio se balancea en un vaivén incesante.
Dani, triste, vuelve a impulsarse.


7 comentarios:

  1. Me alegro que este relato haya ganado. Lo merecías.
    Besitos.

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  2. Por la mínima, pero me hizo mucha ilusión. Gracias, Olga. Muchos besos.

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  3. Oh, Matrioska, me has conmovido con 50 palabras, al final no pude aguantar un sollozo.

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  4. Me encanta. Está en su punto, como el buen manjar.

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    1. :) Muchas gracias por tu simpático comentario, corsario.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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