Está rígida, frente
a él, con los dedos crispados y la piel cerosa. Su cuerpo se descompone, pero
su espíritu jamás le dejará vivir en paz. Receloso, busca alguna señal entre
los pocos que la velan. Da un respingo cuando, Morgana, la gata de su suegra,
salta sobre él bufando.
Me ha gustado mucho. Besazos
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Besazos
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa. A ti que te gustan tanto los gatos, ¿qué te parece la Morgana de la imagen, te la llevarías a casa? :D Muchos besos.
ResponderEliminarPara comentar "En la distancia", del blog "Esta noche te cuento" No me aparece el formulario para hacerlo después del último comentario.
ResponderEliminarUna isla en el espacio. La tranquilidad y la vuelta a lo cotidiano: la estafa de la vida. Es un texto bellísimo, inmensamente bien balanceado y con un final muy conseguido. La Luna, además, tiene tanto de mujer, ese embrujo, ese misterio... ¡Felicidades! Suerte y un beso.
No sé por qué no sale el formulario, quería contestarte desde la página de ENTC pero tampoco puedo. Te agradezco mucho que te hayas molestado en hacerme llegar tu comentario hasta aquí, siempre hacen ilusión y son bien recibidos. Muchas gracias por tus palabras y por el interés. Un beso, Eduardo.
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