03 abril 2014

Una decisión de altura

Las maniobras se ejecutaron con precisión y el enganche resultó impecable. El nuevo sistema automático de acoplamiento había sido un éxito. Restaba replegar el anillo de atraque, cerrar los pestillos para anclar el módulo a la estación y proceder a la apertura de la escotilla.
Al otro lado me esperaba el coronel Komarov. Vladímir, como insistió que le llamara desde el primer momento, era un hombre joven de amplia sonrisa. Estaba eufórico ante mi llegada y no lo disimuló. Después de ocho meses orbitando en solitario en aquella mole, la perspectiva de compartir el día a día con otro ser humano se le antojaba idílica.
Ambos estábamos ansiosos por completar todos aquellos primeros trámites y protocolos que justificaban nuestra presencia en aquel lugar. En cuanto acabamos con el último de ellos, el ruso, con su permanente sonrisa, me apremió para que conociera “su mansión”.
Mientras recorríamos en ingravidez los distintos módulos de la estación, me sorprendió un detalle que me resulto de gran extrañeza. Todo se me antojaba incomprensiblemente expedito. No fue hasta que llegamos al compartimento Tranquility  cuando fui consciente de lo que allí estaba sucediendo. Desperdigados sin orden ni concierto se acumulaban cientos, miles de piezas de la estación que Vladímir acopiaba como si de un gran tesoro se tratara. Su mirada me interrogaba anhelante ante mi expresión de sorpresa. Le sonreí, le di una palmada en la espalda y salí de aquella estancia fingiendo que todo estaba correcto.

¿Debía comunicar que el coronel Komanov mostraba claros síntomas de padecer el síndrome de Diógenes? Aunque no era mi primera misión, sí sería, con mucho, la más prolongada. Analicé la situación y consideré las posibles consecuencias de mi hipotética acción o inacción. Concluí que tanto Vladímir como yo teníamos un problema pero que Houston no tenía por qué saberlo.

Homenaje al cosmonauta soviético Vladímir Mijálovich Komarov, que perdió la vida en la nave Soyuz 1 el 24 de abril de 1967, convirtiéndose en el primer humano fallecido en una misión espacial.

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