Anochece y un
escalofrío atraviesa la espalda erizando la nuca. Es la ancestral alarma que
alerta de su fantasmal presencia. No se dejan ver, pero acechan vigilantes en
la espesura. Están de caza y tú eres la presa. Son espíritus del bosque,
siluetas plateadas aullando en lo alto del risco.
28 enero 2018
04 enero 2018
Derechos torcidos
Descienden
a través de frágiles escaleras hacia los pozos infinitos. Reptan a oscuras por
agujeros claustrofóbicos hasta donde nadie más puede llegar. Trece horas
después, la tierra regurgita pequeños cuerpos entumecidos por la humedad. En
sus infantiles rostros tiznados, miradas marchitas desvelan que, un día más, no
están para juegos.
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