15 mayo 2015

La caza

El ladronzuelo se escabulle como una lagartija entre las alcantarillas. Los esbirros del gobernador toman posiciones. Una vez devora el mendrugo robado, asoma confiado por el colector. Un garrotazo hace estallar su cabeza. ¡Así limpiamos la ciudad de ratas! Gritan a la vez que arrastran el pequeño cuerpo sin vida.

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